El 20 de julio de 2024, Prensa Libre título su editorial así: “Una lectura del país cargada de realidades,” a partir del reporte de la visita de Volker Turk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Este editorial, debe considerarse de mucho valor para tomar en cuenta desde los diferentes estamentos de nuestro mundo social, político y económico y por supuesto, la forma en que desde el Estado y su Gobierno lo pudieran estar asumiendo, dada su evidente debilidad.

“Entre las observaciones contenidas en la visita de Volker Türk, resalta una de fondo, que quizá en el día a día ciudadano se lee de manera apresurada, pero que evidencia la anomia en que se mueve el Estado de Guatemala: los tres poderes de Estado van cada uno por la libre, por su lado, con sus propias brújulas y sin trazar una agenda mínima. Si bien la independencia de los organismos es fundamental como parte del sistema de pesos y contrapesos, tampoco significa un aislamiento estéril ni una ausencia de diálogos para encontrar las prioridades del bien común.”

No hemos de olvidar desde nuestro entendimiento ciudadano que estamos queriendo construir una democracia republicana y constitucional, con las implicaciones que esto exige para quienes dicen querer gobernar y quienes toleramos que se nos gobierne de la forma en que tristemente ha venido ocurriendo.

Creo que un aporte del editorial de tan relevante medio en la historia de Guatemala, es ubicar el problema en esa idea de anomia y por ello, importante entender el concepto y para ello la sana costumbre del abuelo de llevarnos al DRAE: Anomia: Ausencia de ley. Y en psicología y sociología: Conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación.

Es perfectamente claro para quien firma este artículo, como para muchos analistas preocupados por el rescate de la oportunidad que la vida nos está dando de construir un Estado que camine en dirección al bien común y que sustente la idea de vivir una democracia republicana y constitucional, que no vamos en esta dirección.

En el referido editorial, se apuntan ideas expresadas en el informe del alto comisionado de Naciones Unidas que explican los pensamientos iniciales sobre la anomia que vivimos y que tanto daño nos esta haciendo. Cito: “ Tal incomunicación es un resabio de la polarización inducida por sucesivos gobiernos y politiqueros, sobre todo desde hace una década. En cada estadio de estas reyertas revividas reaparecen los esqueletos de la polarización bajo argumentos que reciclan odios y guerras, o que invocan nacionalismos farisaicos en parte para dividir a la ciudadanía y en parte para obtener réditos económicos, acicalar cabildeos extremistas y mantener la confusión que lastra el desarrollo económico, institucional, jurídico, educativo y hasta de infraestructura”.

El comisionado Türk reconoció el papel de la ciudadanía en la segunda mitad del 2023 para reclamar, proteger y mantener la continuidad democrática, exigir el respeto a los resultados electorales y deplorar los intentos fracasados por descarrilar la voluntad popular. 

Ateniéndonos al valor de este editorial a su vez validado por las conclusiones del Alto Comisionado de Naciones Unidas y todo esto refrendado en lo análisis más juiciosos de expertos nacionales, algunos fundamentados en criterios y opiniones recogidas entre liderazgos de diferente cuño en la vida nacional, está claro que podemos compartir de tres conclusiones concretas:

  1. La gestión de gobierno, en los tres poderes del Estado no tiene una dirección clara y consistente que permita la posibilidad de construir un Estado Democrático, Republicano y Constitucional. Hay una clara ausencia de liderazgo y conducción.
  2. El país, Guatemala, su país mi amado lector, nuestro país, se mueve en aguas movedizas con dos pilares que le siguen dando sustento pero que nunca nos llevaran al sueño de tener un Estado que trabaje por el bien común. Estos dos pilares son, además irregulares e inestables por su propia condición  de cuasi delincuenciales en alguna medida. El poder del crimen organizado penetrando estructuras de todos los sectores – político, económico, social, cultural, religioso y hasta familiares – está claramente presente.
  3. Nadie más, así como lo lee, nadie más que nosotros, usted y yo, dejando nuestro egoísmo e individualismo apátrida, tenemos la responsabilidad y hemos de asumir un rol ciudadano más protagónico, para mantener y continuar el proyecto democrático, republicano y constitucional que nació en 1985.

Las abuelitas decían: las magdalenas no están para tafetanes y una primer tarea es poner al actual gobierno en orden, hacerle trabajar y atender la situación nacional con urgencia.

NOTA: Si deseas enviar tu opinión puedes contactarnos en: [email protected]

Sobre Nosotros

iDocumenta registra y documenta los sucesos que cambian la historia.

Publicaciones Recientes

Suscríbete a nuestro boletín

[email-subscribers-form id="2"]