¿Sabías que para ser presidente del Banco de los Trabajadores no se requiere tener diploma de nivel medio ni ser profesional?
El DECRETO-LEY 383, emitido por el expresidente guatemalteco Enrique Peralta Azurdia en 1965 se refiere a la creación del tan “codiciado” Banco de los Trabajadores (BANTRAB) por el actual inquilino del guacamolón. Este decreto sigue vigente y sin cambio alguno después de 59 años.
En el artículo 17 de este decreto 383 expresamente dice que “La Junta Directiva del Banco está integrada por un Presidente y su respectivo suplente, nombrados por el Presidente de la República de Guatemala para un periodo de 4 años, quienes deben llenar los siguientes requisitos: Ser Auditor Público, Perito Contador o cuando menos haber laborado diez años en el Sistema Bancario Nacional; además por cuatro Directores Propietarios y cuatro suplentes, designados por la Asamblea General para un periodo de 4 años, quienes pueden ser reelegibles y deben de renovarse por mitad cada dos años”.
¿Sabes que para ser presidente de BANTRAB no necesitas ser un profesional o tener diploma de nivel medio?
Este decreto ley de 1965 dice que el presidente del BANTRAB puede ser cualquier persona sin ser profesional o tener un diploma de nivel medio y al referirse a la experiencia… “o cuando menos haber laborado diez años en el sistema bancario”. Lo cual contradice taxativamente las intenciones de cambiar al presidente del BANTRAB antes que se cumplan los cuatro años para los que fue nombrado pues en el decreto-ley 383 da un mandato al presidente de la república de Guatemala, quien no tiene ninguna potestad para sustituirlo más que para nombrarlo.
Esto, sin duda alguna, motivó a la honorable Corte de Constitucionalidad a amparar dos veces al actual presidente del BANTRAB ya que constitucionalmente la ley prohíbe al presidente de la república destituirlo.
Hace casi 6 décadas la tecnología era incipiente y los bancos ahora se han transformado prácticamente en plataformas digitales con licencias bancarias (DBP). Actualmente los bancos realizan la mayoría de sus operaciones en línea y aplicaciones o Apps, lo que transformó intrínsecamente los servicios, el mercado, y el que hacer de los bancos en Guatemala y el resto del planeta.
El decreto al cual nos referimos al inicio dice que un presidente del Banco de los Trabajadores de aquel tiempo podía ser perito contador, auditor o tener experiencia de 10 años en banca nacional. Comparar estas cualificaciones de hace 60 años a lo que un presidente de cualquier banco del sistema debe ser ha cambiado sustancialmente y obliga a quien dirija estas instituciones ser un experimentado profesional de la tecnología y con experiencia financiera en línea y otras capacidades que ni siquiera existían en aquella distante época.
Hoy, el presidente y sus lacayos dentro del guacamolón, sus cajas de resonancia en redes y medios de comunicación afines no han investigado este extremo que a todas luces es arcaico tener a un presidente en el BANTRAB que sea un bachiller, contador o cualquier otro título universitario o experiencia que ese decreto refiere al estar desfasado en el tiempo y en la realidad.
Pero todo esto va más allá, nadie se ha preocupado por investigar a los actuales miembros de su Junta Directiva del BANTRAB, pues según se sabe, se han reelegido por tres veces consecutivas. Son el verdadero poder dentro del Banco, ya que su presidente solo tiene un voto de cinco para influir en las decisiones de la institución. En realidad, son los demás integrantes de la junta directiva los que han construido una infraestructura que le sirve a sus fines, inclusive, al Gerente General.
¿Quién sería el designado por Arévalo para ocupar el cargo de presidente del BANTRAB que tanto apetece?
Por lo que dice el decreto 383 podría ser incluso un respetable cajero del banco que lleve mínimo diez años de experiencia en la “banca” del país, toda vez obedezca instrucciones del nuevo presidente que aún nos preguntamos: ¿Para qué quiere controlar el BANTRAB? ¿Cuáles son sus obscuros sueños de hacerse con una gallina de los huevos de oro más en Guatemala?
Actualmente el presidente del BANTRAB, según un reciente post del medio digital “Quorum” es un experimentado ejecutivo en la tecnología, desarrollo de proyectos financieros y con maestrías que le dan la capacidad para dirigir cualquier entidad del estado y como se ha demostrado en su trayectoria, transnacionales muy poderosas que le dan un perfil superior a muchos funcionarios del estado.
Ante este entramado de película o serie, a lo «SUITS«… surgen varias interrogantes: ¿Quiénes son los verdaderos dueños del Banco? ¿Cuál es su representatividad dentro de la Junta Directiva? ¿Quién defiende los intereses de los accionistas? ¿Cuánto reciben de dividendos? ¿Cuál es el dividendo que reciben los miembros de la Junta Directiva? ¿Cuál es el procedimiento para elegir a los miembros de Junta Directiva? ¿Qué hay de cierto que los Reglamentos de la actual Junta Directiva los han formulado para permanecer y perpetuarse en el poder?
Parece que las respuestas se esconden tras una nebulosa, y quieren dirigir la atención hacia lo que les interesa a los actuales miembros de Junta Directiva, y a actores más arriba de ellos con intenciones que se van a la dimensión desconocida, volviendo a la tele. ¿Si la solución es actualizar y modernizar la Ley de BANTRAB, porque nadie en el Congreso o de algún otro sector de trabajadores, accionistas y demás organismos del estado que puedan tener intereses en el BANTRAB no han propuesto una iniciativa de ley que traiga al siglo XXI ese decreto 383 de Peralta Azurdia y dinamizar esta institución que ha evolucionado más en los últimos años que en los pasados 50? ¿Por qué la Superintendencia de Bancos se ha aliado a los miembros actuales de Junta Directiva? ¿Cómo es el mecanismo que utilizan los actuales miembros de Junta Directiva para lograr el apoyo de los Gobernantes que llegan? ¿Interesante verdad?
Pero la pregunta subsiste tras la insistencia de quitar al actual presidente del BANTRAB ¿Qué quieren en el ejecutivo al colocar a alguien afín a sus planes?
Demasiadas incógnitas sin respuesta.
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