“ENFERMEDAD DE LA TIERRA” – Crisis medioambiental por climas extremos

“Estamos en territorio desconocido, y se espera que se batan más récords a medida que El Niño siga desarrollándose, lo cual es una noticia preocupante para nuestro planeta”, – Chris Hewitt, director de Servicios Climáticos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Los informes sobre condiciones meteorológicas extremas a escala mundial han sido noticia con frecuencia este año y cada vez generan más preocupación a nivel general. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el mes de junio de este 2023 se convirtió en el más cálido desde que la humanidad comenzó a llevar registros precisos.

“El junio más caluroso de la historia”. –Organización Meteorológica Mundial

¿Está enferma la Tierra? Desde tormentas en Nueva Zelanda a incendios en Canadá, pasando por inundaciones en Brasil o altas temperaturas en la India, los fenómenos meteorológicos extremos toman venganza de los seres humanos cada vez con más frecuencia, a medida que se acentúa el impacto de las actividades humanas sobre el medio ambiente de la Tierra. Además de causar directamente víctimas humanas y daños materiales, la creciente frecuencia de los fenómenos meteorológicos también puede suponer graves obstáculos para el crecimiento económico y la producción agrícola en países de todo el mundo, al tiempo que puede provocar escasez de agua y desastres secundarios como la propagación de enfermedades infecciosas.

Calor en el hemisferio norte: la neblina de los enormes incendios de las montañas canadienses envuelve en humo la Estatua de la Libertad de Nueva York.

Tormentas en el hemisferio sur: el estado de Río Grande, en el sur de Brasil, se ha visto afectado por una tormenta invernal que, según afirman algunas fuentes, es la peor catástrofe natural relacionada con una tormenta que ha azotado Brasil desde 1980.

“¡No hay peces, no hay nada bajo el agua!” Para una persona normal, una diferencia de 2,5 °C en la temperatura del agua es casi imperceptible, pero para los pescadores de Ecuador, el calentamiento del mar se ha convertido en un grave problema que afecta a su medio de vida. “Nada, no hay peces, no hay nada bajo el agua”, se quejaba ante la cámara José Riva, un pescador que vive en la región ecuatoriana de Tarqui.

José Riva, pescador en la región ecuatoriana de Tarqui.

La temperatura del agua del mar en toda la región ha aumentado recientemente entre 2,5 y 2,7 grados centígrados, y el calentamiento ha dificultado la llegada de nutrientes al agua de mar de los que dependen los peces, lo que a su vez ha provocado una drástica reducción en las capturas. Los pescadores han tenido que adentrarse con más frecuencia en las profundidades marinas para capturar peces más grandes, pero a pesar de esto, el tiempo que se tarda en pescar un pez espada ha pasado de unos 15 días a cerca de un mes en la actualidad. El fenómeno de El Niño ha modificado la cadena alimentaria en el océano, y los peces juveniles que tienen dificultades para encontrar alimento no tienen más remedio que emigrar.

También en el Perú, el recurso pesquero más importante, la anchoa, que se utiliza para la producción de harina y aceite de pescado, se está alejando de la costa y acercándose a las profundidades marinas. En este contexto, el Gobierno ha decidido rescindir anticipadamente las licencias de pesca de temporada, lo que agrava aún más la crisis del sector pesquero. El clima extremo está convirtiendo los prestigiosos caladeros del Pacífico Suroriental en un serio desafío.

La pesquería peruana, junto con la pesquería de Hokkaido, la pesquería de Terranova y la pesquería del Mar del Norte, son conocidas como las cuatro pesquerías más grandes del mundo.

En los países del Cono Sur se está produciendo una crisis industrial similar. Argentina y Uruguay, con sus vastas extensiones de tierras fértiles y pastos, son importantes exportadores en el mercado agrícola internacional, y la producción agrícola se considera la columna vertebral de sus economías. Pero el sector agropecuario de ambos países está siendo duramente golpeado por la alternancia de fenómenos climáticos extremos provocados por El Niño y La Niña, con ríos secos, pasturas amarillentas, cultivos marchitos e incalculables pérdidas económicas. Fernando Mattos, Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, declaró: “La sequía de 2022 a 2023 ha causado más daños que las pérdidas por sequía de los últimos 30 años juntos”.

Fernando Mattos, Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay.

La persistente sequía ha hecho que el importante cultivo comercial de Argentina, la soja, se enfrente a una reducción significativa de la producción.

El severo impacto de los extremos climáticos, que se manifiesta en la producción de cereales, petróleo y sus derivados, el principal sustento de los ingresos nacionales, ha sido un factor directo de la crisis económica y ha hecho perder a Argentina y Uruguay importantes cuotas de mercado en el ámbito internacional de las exportaciones agrícolas. La elevada dependencia de las economías nacionales de los países en desarrollo latinoamericanos en las exportaciones y recursos agrícolas también ha provocado una mayor vulnerabilidad, y los extremos medioambientales y climáticos sin duda han puesto en peligro su recuperación económica.

“¡Hace más de un año que no vemos el agua!”

Desde 2010, Chile experimenta un fenómeno climático conocido como “megasequía”. Las regiones del centro y norte del país han recibido menos del 30 % de la precipitación promedio. Los expertos achacaron la falta de lluvias al calentamiento del clima y declararon la década como la más cálida del planeta en el último siglo. Mientras esta megasequía récord entraba en su año número 14, Chile se vio repentinamente afectado por fuertes lluvias a finales de junio, que inundaron regiones del centro-sur, incluida la capital, Santiago, y el puerto clave de Valparaíso, y provocaron corrimientos de tierra y otros desastres. Este ciclo de grandes sequías y lluvias torrenciales refleja la letalidad de los extremos climáticos, sobre todo en términos de destrucción de los recursos de agua dulce, de los que dependen los seres humanos para su subsistencia.

Debido a una prolongada sequía, un estadio de fútbol de la capital chilena, Santiago, ha sustituido su césped natural por césped artificial.

Las inundaciones que asolaron el centro-sur de Chile a finales de junio cortaron el agua y la electricidad en muchas zonas.

Según Sergio Donoso, académico de la Universidad de Chile, específicamente estas condiciones climáticas extremas, ya sean megasequías o procesos de altas precipitaciones en cortos períodos de tiempo, pueden tener fuertes impactos sociales y económicos. Por ejemplo, en el caso específico de las megasequías, muchos ecosistemas pierden su viabilidad, los cultivos se quedan sin agua e incluso provocan una severa escasez de agua para uso residencial.

En las afueras de Montevideo, la capital de Uruguay, también azotada por la sequía, la situación es muy difícil para muchos de los habitantes que viven allí y que ya ni siquiera tienen agua potable en sus casas. “Hace más de un año que no vemos agua, no hay agua potable, tenemos que acarrear agua, tenemos que caminar tres cuadras para conseguir agua potable. Necesitamos agua para bañarnos, lavar la ropa, cocinar ……”, dijo Yenifer Silva, residente local.

La imagen muestra el tamaño cambiante del embalse Paso Severino, cerca de Mendoza, Florida, Uruguay, responsable de suministrar agua dulce a más de la mitad de la población uruguaya. La imagen de la izquierda fue tomada el 2 de junio de 2022 hora local y la de la derecha el 13 de junio de 2023 hora local.

Y la gente que vive en zonas severamente afectadas por condiciones meteorológicas extremas no tiene claro cuánto tiempo va a durar esta situación.

El dengue y los incendios de colinas

En los últimos años, el estudio de las condiciones meteorológicas y los riesgos para la salud se ha ido convirtiendo gradualmente en una disciplina transversal emergente, y los expertos en los campos pertinentes han realizado una serie de estudios sobre el impacto del clima en la salud humana. Los resultados muestran que el cambio climático global se está intensificando, y también las amenazas para la salud humana.

En el caso del dengue, por ejemplo, las temperaturas más cálidas aceleran su propagación, mientras que el cambio climático la facilita.

Recientemente, Honduras ha declarado un brote de dengue en algunos de sus departamentos. El director de Vigilancia de la Salud Honduras, Lorenzo Pavón, ha afirmado que el cambio climático es uno de los factores determinantes para facilitar la propagación de la enfermedad, y que el clima extremo está empeorando la situación sanitaria en Honduras, país centroamericano.

Lorenzo Pavón, director de Vigilancia de la Salud Honduras.

En la actualidad, no existe una vacuna eficaz para prevenir el dengue ni un tratamiento específico. Además de hacer un buen trabajo para eliminar los mosquitos Aedes, eliminar el agua estancada y los desechos, y cortar la cadena de transmisión del virus del dengue, llevar a cabo la vigilancia y la alerta temprana de los factores meteorológicos también puede proporcionar un importante apoyo técnico para la prevención y el control de la enfermedad.

En Tegucigalpa, la capital de Honduras, el Gobierno ha puesto en marcha un programa de fumigación en viviendas y edificios públicos para combatir el mosquito Aedes aegypti, causante del dengue.

Como consecuencia del cambio climático global, la frecuencia de las olas de calor, las lluvias torrenciales y los ciclones tropicales, ha aumentado considerablemente en todo el mundo, y catástrofes como sequías, incendios e inundaciones, se producen con una frecuencia inusitada. Las infraestructuras, base material del funcionamiento seguro y el desarrollo sostenible de las ciudades, están siendo sometidas a pruebas sin precedentes.

Costa Rica es un país expuesto a los efectos del cambio climático. De por sí se encuentra en una zona sísmica, con frecuentes terremotos y actividad volcánica, y ahora sufre inundaciones, corrimientos de tierras y otros desastres durante su larga temporada anual de lluvias.

En respuesta a la tormenta tropical, el gobierno costarricense evacuó a la población, la reubicó en lugares seguros y emitió una alerta roja por inundaciones.

Adolfo Quesada, geógrafo e investigador de la Universidad de Costa Rica, señala que el país gasta anualmente más de 1.650 millones de dólares en ayuda para desastres y reconstrucción, lo que equivale al 2 % de su PIB. En otros países centroamericanos similares a Costa Rica, este porcentaje es incluso superior al 4 %. El cambio climático ha hecho que estos países sufran importantes pérdidas económicas.

Adolfo Quesada, geógrafo e investigador de la Universidad de Costa Rica.

Allan Astorga, geólogo costarricense y experto en gestión medioambiental, afirmó que las ciudades y las infraestructuras del país deben estar más orientadas geográficamente, y que construir en zonas menos susceptibles a los riesgos climáticos puede reducir la pérdida de vidas y bienes.

Allan Astorga, geólogo costarricense y experto en gestión medioambiental.

Ante la crisis medioambiental, nosotros actuamos

El cambio climático es uno de los mayores retos a los que se enfrenta el mundo en la actualidad, y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la promoción de energías limpias son medidas de protección medioambiental que se deben impulsar.

México es hoy uno de los países más calurosos del mundo debido a los efectos de La Niña y El Niño. En algunas zonas del norte del país se han registrado altas temperaturas que superan los 50 grados centígrados. Según la Secretaría de Salud Federal de México, hasta el 1 de julio de este año se habían registrado 2.454 casos relacionados con temperaturas naturales extremas, y 152 muertes por insolación y deshidratación.

Una empleada distribuye vasos de agua mientras continúan las altas temperaturas en el estado de Nuevo León, México, 22 de junio de 2023 hora local. La red eléctrica de México está en alerta tras semanas de una ola de calor sin precedentes en todo el país.

El director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México, Jorge Zavala Hidalgo, afirmó que la presencia de gases de efecto invernadero proporciona las condiciones para un mayor aumento de las temperaturas. Cabe esperar temporadas cálidas más largas y calurosas con el paso del tiempo.

Jorge Zavala Hidalgo, director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM.

En Ciudad de México, la capital del país, viven más de 22 millones de personas, pero ya no es la ciudad más contaminada de la región. La aplicación de normas más estrictas sobre emisiones de vehículos, la plantación de más de 30 millones de árboles en los últimos cinco años y el aumento del uso de energías limpias forman parte de sus esfuerzos por combatir el cambio climático.

Con China como ejemplo, donde el 90 % de los autobuses en funcionamiento son eléctricos, la capital mexicana espera emular algunas de las medidas que Beijing está tomando para combatir el cambio climático y ya ha invertido más de 80.000 millones de pesos en servicios de autobuses eléctricos, según el director general de Desarrollo e Innovación Tecnológica del gobierno de la Ciudad de México, José Bernardo Rosas. Cada autobús eléctrico consume un 80 % menos de energía que un autobús diésel y reduce las emisiones de carbono en 83.570 toneladas en 10 años de funcionamiento.

José Bernardo Rosas, director general de Desarrollo e Innovación Tecnológica del gobierno de la Ciudad de México.

La Amazonia es la mayor selva tropical del mundo y, debido a su importante papel en el clima mundial, detener la deforestación y protegerla es crucial para frenar el cambio climático global.

La meteoróloga Ingrid Peixoto, del Tratado de Cooperación Amazónica, afirmó que la selva amazónica desempeña un papel importante en la regulación del clima mundial, actuando como un absorbedor forestal de carbono que absorbe grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera, ayudando a frenar el calentamiento global. Y cuando se tala este bosque, el carbono almacenado se libera a la atmósfera en forma de dióxido de carbono, exacerbando el efecto invernadero y el calentamiento global. La reducción de la superficie forestal también disminuye la capacidad de los bosques para regular la temperatura y el ciclo hidrológico.

Ingrid Peixoto, meteoróloga del Tratado de Cooperación Amazónica.

La elevada tasa de deforestación de la región amazónica en las últimas décadas ha empezado a tener un primer impacto en Brasil. Según las divisiones regionales, las temperaturas y las sequías han aumentado en el Norte y el Nordeste, con la excepción de la región costera del Nordeste, donde las precipitaciones han sido más abundantes y los corrimientos de tierra causados por fenómenos climáticos extremos han sido más frecuentes; en las regiones Central, Centro-Oeste y Oeste, las temperaturas y los bajos índices de humedad relativa, debido a los bloqueos atmosféricos, están marcando nuevos récords; y, en el Sur, las inundaciones y los corrimientos de tierra se han convertido en fenómenos más frecuentes.

La deforestación de la selva amazónica brasileña en el primer trimestre de 2023 fue una de las peores registradas, alcanzando su nivel más alto en 15 años, según datos oficiales publicados el 7 de abril de 2023.

Los expertos en medio ambiente de Brasil creen que la situación actual es reversible y que es posible detener el cambio climático, y señalan que una de las claves es educar a los jóvenes sobre la situación y concienciarlos sobre el medio ambiente desde una edad temprana.

En el contexto de la atención mundial al cambio climático, Brasil será la sede de la 30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-30) en 2025. La cumbre se celebrará en el corazón de la Amazonia, en la ciudad de Belém, capital del estado de Pará, en el norte de Brasil. El Presidente brasileño Lula señaló que la COP-30 brindará al mundo la oportunidad de conocer el entorno natural de la región amazónica y la situación real de sus habitantes.

“Es importante mantener el equilibrio de los ecosistemas, la biodiversidad y los bosques”, afirmó Lula. “También es importante que cuidemos de la población amazónica. Es importante saber que aquí viven 28 millones de habitantes que necesitan trabajar, comer, ganar dinero y vivir con dignidad.”

Con el cambio climático de los últimos años, se ha producido un aumento significativo de los fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo, y se prevé que en los próximos años la población experimente una mayor variedad de fenómenos meteorológicos extremos con impactos más profundos. Para invertir fundamentalmente esta tendencia, la comunidad internacional debe prestar atención constante a la gobernanza climática mundial y seguir promoviendo la aplicación del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, adoptado en la 21ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que tiene como objetivo frenar el calentamiento global en la medida de lo posible mediante esfuerzos para lograr una acción colectiva sobre el cambio climático que tenga en cuenta las diferentes circunstancias nacionales.

Para las personas promedio, el cambio climático no está en absoluto fuera de su alcance, ya que las catástrofes meteorológicas, la reducción de la producción de alimentos, y la escasez de agua provocadas por condiciones meteorológicas extremas, ya han empezado a cambiar la vida de todos. Ahorrar agua y electricidad, evitar el derroche, viajar de forma ecológica, aumentar la concienciación sobre el consumo bajo en carbono y reducir el consumo de energía y las emisiones de carbono, son cambios de comportamiento personales y responsabilidades que debemos asumir para proteger el medio ambiente de la Tierra.

Según el I Ching, hay un cielo y una tierra, y entonces todo cobra existencia. Proteger la tierra donde vivimos es proteger a la propia humanidad.

NOTA: ESTA ES UNA COLABORACIÓN CON CGTN ESPAÑOL

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