Amenazar con bombas al Hospital Roosevelt es de gente sin madre… o muy conocidas…
Destituir al presidente de un banco es de presidentes… pero ¿Qué quiere Bernardo Arévalo con el BANTRAB? ¿Cuál botín tan preciado esconde ese banco?
Los millones de usuarios del Hospital Roosevelt, son el pueblo de Guatemala y no hemos escuchado al señor presidente decir una sola palabra sobre las bombas que pueden matar decenas de un solo tiro en ese nosocomio…
Los médicos, héroes desconocidos que durante 24 horas salvan vidas se ven en la necesidad de, ellos mismos, buscar estrategias para defenderse y defender a la población que a ellos acude en busca de salvación, cura o alivio.
Un banco es importante, pero BANTRAB parece la “gallina de los huevos de oro” para el organismo ejecutivo pues quieren quitar a su presidente desde que llegaron al poder, la pregunta sigue sin ser respondida, ¿por qué?
¿Por qué? es tan preciado BANTRAB como para que ahora los lacayos del gobierno estén hasta visitando personalmente a su presidente para pedirle de favor que se sirva renunciar.
Tanto se han afanado, obsesionado y hasta posiblemente delinquir en su obscuro deseo de cambiar al presidente del banco para que sea afín o servil al nuevo inquilino del guacamolón… ¿por qué?
No hemos visto en estos días de urgencia a esos lacayos, y menos al presidente Arévalo, ni siquiera llamar por teléfono al presidente del colegio de médicos para poner a sus órdenes el aparato gubernamental para defender a sus empleados y al pueblo de Guatemala ante las amenazas que no han cesado varios días consecutivos y que obligó al Hospital Roosevelt a suspender muchas de sus actividades como la consulta externa, imprescindible para los guatemaltecos. Trasladar a otros servicios y áreas al personal médico, enfermeras y demás empleados para poder salir corriendo si explota una bomba pues los pobres internos encamados se irán al cielo con la detonación.
Sin decir de otros graves problemas que afronta el país diariamente que no son atendidos porque quieren más plata en el ejecutivo, vía ampliación presupuestaria, bonos del tesoro (¿cuál tesoro?) o del BANTRAB…
La infraestructura vial de Guatemala es desastrosa y conforme avanza el invierno será peor. La salud, paupérrima, la educación deficiente y el costo de la vida tan caro como jamás en la historia de este país se había sentido, pero hay todo un sisma en el guacamolón porque a los lacayos del gobierno y ahora al mismo señor presidente les quitarán su inmunidad, por los trances en el MICIVI al primero, y a los serviles lacayos por llegar a acosar a un presidente bancario que nada más debe terminar su periodo para el que fue nombrado legalmente y termina el 31 de julio del 2026, según el reglamento del Banco de los Trabajadores.
Esto se parece mucho a la batalla que el ejecutivo y sus lacayos llevan contra la fiscal general del MP porque los está investigando y les cuenta las costillas como lo exige su mandato constitucional. ¿Cuál es el miedo del presidente y lacayos? Una ex fiscal decía: “El que nada debe, nada teme”.
El entuerto del BANTRAB es una bomba que el ejecutivo teme le explote como los médicos del Roosevelt temen les exploten las bombas con las llamadas amenazantes que reciben.
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