En Guatemala, la realidad actual parece sacada de una novela de intriga política y social, más que eso, agrego, de acción y suspenso. Dónde los giros inesperados y los personajes complejos desafían cualquier trama de ficción.
Los últimos acontecimientos han demostrado que la realidad puede ser más sorprendente y alarmante que cualquier historia creada por la imaginación de los grandes de Hollywood.
Desde escándalos de corrupción que involucran a las más altas esferas del poder, hasta manifestaciones masivas clamando por justicia y transparencia; la violencia imparable, y, hasta una posible red de prostitución “en acuerdo”, dentro de una institucion del Estado, Guatemala vive un momento de gran tensión e incertidumbre general en sus instituciones.
Estos eventos han generado una desconfianza profunda en las instituciones y un sentimiento generalizado de indignación y desesperanza de la población que se ve reflejada en la polarización de las redes sociales.
Y no es para menos y creame que leer en las noticias que existía una “red de trata que obligaba o favorecía” a mujeres nacionales y extranjeras para brindar un servicio posiblemente sexual a funcionarios dentro de una institución pública. Una entidad cuyo fin es dedicarse al servicio de la población, demuestra, con este actuar, que ofende la inteligencia de las y los guatemaltecos; es obsceno, antagónico, antípoda e indignante que esto suceda.
Los ciudadanos se enfrentan diariamente a noticias que parecen sacadas de un thriller de ficción, pero ¡¡¡no señores!!! Es la REALIDAD. Funcionarios públicos implicados en redes criminales, recursos del Estado desviados para intereses privados y mezquinos, las autoridades van de viaje en viaje buscando “mejorar la imagen internacional” y en el centro, una sociedad que trabaja muy duro, y lucha por hacerse escuchar entre tanto caos que, sin duda alguna, es nuestra terrible realidad y sin que el Gobierno central concentre sus fuerzas en hacer mucho para minimizar la situación.
Debido a esto y muchas causas más que no vienen a mi mente en este momento, Guatemala se encuentra en un punto crítico de su historia, enfrentando una serie de desafíos que ponen a prueba la resiliencia y la capacidad de sus líderes para construir un futuro más justo y próspero, con soluciones URGENTES y sostenibles, con el rumbo visto hacia la reconstrucción de la confianza en nuestro país.
Es un llamado a la acción y a la conciencia de las actuales autoridades, porque no podemos permitir que esta realidad, se convierta en una tragedia de ficción permanente en Guatemala.
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