Alejandro Mayorkas y su reunión con el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei

De Alejandro a Alejandro se hablaron Alejandro Giamattei y Alejandro Mayorkas. Presidente de Guatemala uno y Secretario de Seguridad Nacional el otro. Todo, siguiendo el protocolo de rigor, los saludos y elogios mutuos y pertinentes, los ofrecimientos de cajón y las prometedoras y repetidas proyecciones de ayer y de hoy. El mismo tango bailado al ritmo de la política de dos grandes naciones.

Y antes de que alguno rompa el silencio y suelte la carcajada repito, dos grandes naciones. Y no solo eso, sino que recurro a la evidencia plasmada en la geografía. Los Estados Unidos de América, la gran nación de Norteamérica y Guatemala, la más grande nación de Centroamérica. Así que este tango lo bailan, en efecto, dos grandes. Pero cómo nos gusta vernos chiquitos, a veces ni la geografía ni la geopolítica nos convencen.

Y lo que es más interesante, en este momento político este tango requiere de las habilidades de los dos. Con uno que lo baile no es suficiente. Dicho esto, veamos lo que los Alejandros acordaron. Mayorkas dijo algo como: Esperamos continuar con nuestra colaboración con Guatemala en el mejoramiento de la infraestructura de atención a los migrantes.

Y supongo que en la cabeza de su tocayo chapín ese término de infraestructura para migrantes significó mucho más que una bonita sala de reentrada, baños dignos, oficina del RENAP y agencias de empleos. Quizá el presidente pensó en inversión de a de veras y se dijo a sí mismo, hoy sí… hoy sí nos van a llenar de fábricas, empresas e industria que nos permitan crear nuevos empleos, mucha riqueza y muchas oportunidades para que nadie sueñe con ir en busca de trabajo y que los migrantes retornados no decidan volverse a ir.

Y es que para que este tango no sea el mismo de siempre, la gran nación del norte debe ya saber que es hora de invertirle en serio a su antesala geopolítica porque a cómo van las cosas, o los Unais invierten en serio en su principal socio de Centroamérica trayendo inversión, empresa y empleos, o algún otro paisano del vecindario mundial lo terminará haciendo. En corto digamos que el sueño americano puede ser el mismo para todas las américas. Lo que sera, sera.

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